miércoles, 10 de octubre de 2012

publicación semanal


LOS COLMILLOS, EL CORAZÓN Y EL HIGADO

            Hoy recordaremos al gran maestro de la interpretación de la relación que guardan nuestros dientes, con nuestra manera de ser, de nuestras emociones y de nuestras pasiones, el Dr. Mario Baldani.
       Cuando terminó de completar sus estudios sobre este tema, desarrolló la llamada BIOCIBERNÉTICA BUCAL. Ya hemos hablado un poco al respecto, `por lo que hoy tocaremos un tema específico: La relación que guardan nuestros colmillos con nuestra forma de ser y como pueden afectar a órganos vitales como son el hígado y el corazón.
         El Dr. Baldani lo resume así:
       Los Caninos o colmillos, están relacionados con la afectividad, revelan la capacidad de amar a otros. Se relacionan con la agresividad y la irritación.
     La función física de estos dientes es desgarrar los alimentos, transmitiendo la idea  de acción y de actuación. Normalmente son, por esto, dientes fuertes y un poco puntiagudos. Cuando son muy prominentes o  grandes, indican a una persona con agresividad, impaciencia, irritabilidad, intolerancia. 
     Cuando esto sucede, la persona debiera cultivar más los sentimientos de amor y paciencia con las dificultades de la gente. Deben también estar atentas al autodominio, para no pasar de sus propios límites.
       Por eso el dicho: “Ese señor es de mucho colmillo” refiriéndose precisamente a su agresividad, capaz de tomar grandes decisiones, e incluso un tanto intolerante.
     Los órganos ligados a estos dientes son el corazón y el hígado, justamente  los órganos que más se relacionan con el enojo y el coraje. Cuando hay problemas con este diente, la persona tiene que trabajar mucho más con el amor para el corazón y auto-estimularse, para tener un hígado sano.
     
     Tener caninos saludables dan a una persona capacidad para actuar, luchar durante toda la vida y ante las dificultades. Estos dientes trabajan sobre el sistema inmunológico, la circulación. Son los dientes de la pasión, la agresividad y  la libido, así como el  ataque y la defensa.
     La ausencia de este diente trae dificultades para tener iniciativa, para salir de la inercia, para la realización personal, para desarrollar los sentimientos armónicos de amor y fraternidad.
     
     Tomemos muy en cuenta que cada extracción realizada, produce un cambio en el pensamiento, es como sentir una mutilación. Si tú ya has perdido una o más piezas dentales, estarás de acuerdo conmigo. Una extracción, dice el Dr. Mario Baldani, crea un problema de personalidad en relación a la función del diente extraído y su patrón mental. Cada diente tiene una relación con un patrón mental, al ser extraído, el patrón se alterará. Otro diente podrá migrar para intentar cubrir el espacio vacío, pero nunca podrá suplirlo totalmente ni cubrir su importancia. Una prótesis o implante, así como un tratamiento de conductos ó Endodoncia, e incluso una restauración, ayudarán, pero siempre habrá una deficiencia establecida.
     Los dientes de cada conjunto están interligados, de tal manera que cuando falta un colmillo, los otros tres padecen.
     
     Por otro lado, cuando por enfermedad o accidente, te quitan una parte de cerebro, de hígado o intestino, el cuerpo se adapta y modifica su metabolismo.
     De la misma manera cuando se pierden piezas dentales, todo el cuerpo se adapta a esa nueva situación y carencia.
    
      Es importante anotar que al perder uno o más colmillos, la persona queda incapacitado para comer carne, aunque se ponga un puente, pues el cuerpo no lo reconoce como propio. El cuerpo y todo el sistema, se adapta a ya no comer esos alimentos que comía con los dientes ahora ausentes. Cuando se han perdido dientes, la digestión cambia, aunque estos dientes se hayan sustituido por puentes.
     
      Tenemos entonces dos puntos muy importantes al respecto:
    La pérdida de uno o más dientes, provoca por un lado, cambios emocionales y existenciales y por otro, modifica la asimilación de los alimentos y afecta al metabolismo.
    
     Los colmillos de la primera dentición, o de leche, aparecen al año y seis meses de edad junto con el desarrollo del sistema circulatorio y con la capacidad de atacar y defenderse. Se conocen como los dientes de la pasión, ellos muestran la sexualidad y los instintos animales. El cambio a los definitivos, ocurre cuando el individuo despierta a las sensaciones de la libido. El sexo deja de ser una mera curiosidad infantil para ser ahora percibido de forma interna. Generalmente esto ocurre entre los 11 y 13 años.
      Una malformación de estos dientes mostrará dificultad para lidiar con sus parejas, su agresividad y la libido.

Nota: Son muchos los casos de jóvenes con los colmillos altos, fuera de lugar y sin espacio para salir. Esto tal vez explique la problemática de comportamiento de muchas personas en la madurez.


     Te invito a realizar una revisión de tus dientes con la intención no solo de saber si hay alguna caries, sino de nivelar la energía corporal y tal vez hasta curar algún problema corporal.

     Para mayores informes, puedes llamar al tel: 884 12 29 o al cel 9985 77 15 38.  docrubio@prodigy.net.mx
               Nuevo consultorio en Margaritas 49, S.M. 22, a dos casas de la Papelería Cancún.


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